sábado, 9 de junio de 2012

Las Moscas

Comunicación química y relaciones
Según explica uno de los autores del estudio, el profesor
Joel Levine
, del departamento de biología de dicha universidad, los científicos han podido demostrar que la comunicación química entre estos insectos está influenciada por las relaciones sociales, a pesar de que hasta el momento la mosca de la fruta no había sido considerada un insecto social.

Pero el caso es que las respuestas químicas individuales de las moscas se alteran rápidamente, en tan sólo un día, desde que el insecto se incorpora a un grupo nuevo. Este nivel de espontaneidad y plasticidad es complejo porque ocurre a muchos niveles: implica tejidos neuronales y no neuronales, cambios en la expresión genética y en la fisiología, así como cambios en el comportamiento.

Todos estos cambios están, además, interrelacionados unos con otros, explica Levine en un
comunicado
de la Universidad de Toronto.

El estudio de las moscas individuales, al tiempo que analiza su entorno social, es una perspectiva que no se ha dado en otros experimentos, centrados exclusivamente en el análisis, bien de los individuos, bien de sus entornos.

Social Experience Modifies Pheromone Expression and Mating Behavior in Male Drosophila melanogaster, Levine y sus colaboradores descubrieron que unas células especializadas denominadas oenocitos, encargadas de producir señales de comunicación química en forma de feromonas (sustancias químicas secretadas para provocar la atracción sexual) en estas moscas, operaban siguiendo un ritmo circadiano interno (oscilaciones de variables biológicas en intervalos regulares de tiempo).

El reloj que marcaba dicho ritmo dependía, sin embargo, del grupo social de las moscas. Es decir, que en sus respuestas químicas influía su entorno social.

De hecho, los científicos descubrieron que las moscas macho en grupos mixtos (en los que las moscas se parecían menos unas a otras a nivel genético) producían señales químicas diferentes a las de las moscas macho de grupos genéticamente más uniformes.

En concreto, explicaron los investigadores, en Cell Biology, los machos de grupos mixtos se aparearon más frecuentemente que sus iguales de otros grupos más homogéneos.

- Exploración a fondo

En el segundo
estudio, los científicos exploraron más a fondo las conexiones entre la comunicación química de las moscas de la fruta y su entorno social.

Para evaluar el papel de dicho entorno, los investigadores estudiaron la química de machos individuales seleccionados de grupos compuestos por un genotipo, y lo compararon con muestras químicas de machos de grupos de genotipos mixtos.

Así, descubrieron que la respuesta química de un macho hacia otros individuos depende del genotipo de sus semejantes. Es decir, que dicha comunicación química sería una característica mudable, dependiente de la influencia del entorno social en que el insecto se encuentre.

Ambos hallazgos desafiarían la perspectiva tradicional de las relaciones y de los mecanismos subyacentes a los comportamientos sociales en estos insectos. Los descubrimientos han sido posibles gracias a un innovador método de disección de moscas desarrollado por un estudiante de la Universidad de Toronto Mississauga, y que permite abrir a la mosca de manera que las células estudiadas (los oenocitos) puedan ser aislados y analizados. De esta forma, se ha podido comprender el control celular de la producción de señales químicas, explican los investigadores.

La investigación también ha contado con nuevas herramientas informáticas para el análisis de las señales químicas, y con la aplicación de la biología evolutiva para el estudio de las relaciones entre las moscas.
RECREACIÓN DEL VUELO DE LA MOSCA
En sus investigaciones, el equipo de científicos elaboró una placa giratoria que imitaba el mecanismo de vuelo de las moscas. Gracias a ello, pudieron recrear el comportamiento de las moscas cuando escapan de algún depredador o van en busca de otras moscas. De esta forma, comprobaron la gran velocidad a la que se producen los impulsos eléctricos, "diez veces superior a lo que mostraban las estimaciones anteriores", tal y como explicó Ilya Nemenman, uno de los miembros del equipo de Los Alamos.



- Estudios a diversos niveles

En uno de los estudios publicados, titulado



Asimismo, estudiaron los intervalos en los que se producen estos impulsos, de forma que se adaptan a los cambios de la naturaleza y a su velocidad. Por ello, los científicos resaltan lo significativo de su descubrimiento puesto que puede modificar las bases fundamentales de la inteligencia artificial, sistema basado en un número de impulsos dados sin establecer un periodo de tiempo, mientras que en las moscas cobra más importancia el tiempo que el ritmo en el que se dan los impulsos eléctricos.

Por otra parte, observaron que "los ojos de la mosca consumen una décima parte de su energía". Debido a que su función tiene que ser muy eficaz, la mosca realiza muchos esfuerzos energéticos y moleculares para emitir las señales precisas.

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