lunes, 30 de abril de 2012

LENGUAJE CANINO EN COMPARACIÓN CON EL HUMANO, Cristóbal García Gómez, profesor de adiestramiento .(Imagenes propias de mi perro "Lucky")





¿Por qué es tan especial el Perro? ¿Qué existe en su personalidad que le hace tan diferente del resto de los animales?
¿Cómo nos ha cautivado para ser el mejor amigo del hombre? ¿Cómo se comunica? ¿Si no hablan por que nos entienden?
Todos los enigmas que desde hace muchas décadas nos han maravillado y ha provocado numerosos estudios acerca de este bello animal. ¡El Perro!
Hoy por hoy siguen habiendo numerosos interrogantes, aunque gracias a los últimos avances en este campo sabemos multitud de cosas, sobre su inteligencia, carácter, psicología, lenguaje, etc. Es sobre este último punto del que vamos a tratar, comparándole con el lenguaje humano.
En el momento en que un niño por primera vez al oír su nombre gira la cabeza y mira hacia la persona en cuestión, se le puede atribuir según los psicólogos una capacidad lingüística rudimentaria. En las primeras etapas del crecimiento el lenguaje receptivo, es decir, la capacidad de comprensión del niño, su lenguaje verbal y gestual es su principal capacidad lingüística. Asimismo, teniendo en cuenta que la primera palabra de un niño, no será pronunciada hasta a los doce meses aproximadamente, algunos psicólogos afirman que los lloros, susurros y balbuceos poseen un contenido lingüístico y comunicativo. Porque transmiten placer, incomodidad y otros aspectos de las necesidades del mismo. Las primeras palabras de un niño suelen ser meras aproximaciones al lenguaje real.
Otros sonidos que emiten los niños también contienen mensajes comunicativos, sea un principio de lloriqueo, balbuceo o un jadeo de excitación, ofrecen información sobre el estado del niño. Son además sonidos increíblemente similares al que emiten los perros en las mismas circunstancias.
No hay duda que la comunicación gestual de los perros es tan compleja como la de los niños.
Tanto para los seres humanos como para los perros, el vocabulario receptivo es más extenso y explicito que el productivo. Los signos que ambos entienden suele contener información sobre su estado emocional y las cosas que queremos que hagan. La comunicación que transmiten los niños y perros es de naturaleza casi exclusivamente social, destinada a provocar la respuesta de otros individuos. El lenguaje comunicativo de los perros, es de hecho, un poco más complejo que el de los niños por que enfatizan autoridad y relaciones jerárquicas, además de su estado emocional. Los niños no tratan de comunicar declaraciones de poder hasta cumplir algunos años.
La comparación entre el lenguaje humano y canino empieza a no ser válida en cuanto nos metamos en gramática. Es decir, está relacionada con el hecho de que los signos del lenguaje humano pueden variar si alteramos la secuencia de las señales o de las palabras.
Los perros no son aparentemente sensibles a la gramática ni a la sintaxis, aunque contemplaran sucesión de sonidos como una unidad lingüística única y permanente.
Luego ¿Dónde situamos el lenguaje canino en términos humanos?
Los perros poseen un lenguaje receptivo formado por unas ochenta palabras aproximadamente y veinticinco señales o gestos que forman su vocabulario receptivo. Poseen un lenguaje productivo de veinticinco vocalizaciones y de treinta y cinco gestos corporales, formando un total de setenta unidades. Para ello no han empleado ni la síntesis ni la gramática. Si de un niño se tratase equivaldría a unos veinte cuatro meses de edad.
En cualquier caso, descartar que los perros no tienen inteligencia lingüística sería un acto injustificado. Si aceptamos que los niños de veinte meses de edad poseen un lenguaje tenemos en cuenta, que los perros poseen una capacidad equivalente. Debemos atribuir a los perros inteligencia lingüística. Posiblemente no están preparados para obtener un diploma académico, pero sería sensato pensar y aceptar que tienen una capacidad de comunicarse entre ellos y con nosotros. Casi al mismo nivel que lo hacen nuestros hijos cuando alcanzan los dos años de edad.
Trataremos de explicar el nivel receptivo de nuestro amigo ya sea con sus congéneres y aquellos gestos y vocalizaciones que sean de especial relevancia para comunicarse con el hombre.
El llamado lenguaje receptivo de los perros es de un nivel aceptable, que se demuestra cómo éstos responden a las palabras que determinan las órdenes que les damos. Tomemos por ejemplo el mini diccionario personal del vocabulario que tiene cada perro, cada palabra se presenta conjuntamente con las acciones que el animal realiza, demostrando que ha entendido la orden. Por otro lado cabe destacar aquellos gestos, mímica, vocalizaciones que debemos saber interpretar para llegar a un mejor rendimiento con nuestro mejor amigo, ya que de otra forma pasarían inadvertidos, con la consiguiente frustración para nosotros, no consiguiendo una buena relación con éste. No sabríamos como se siente en un determinado momento o lo que nos quiere decir a través de su lenguaje corporal.
Los psicólogos también han investigado este campo en profundidad. Han descubierto que los perros se comunican en dos aspectos principales:
• El primero está relacionado con su aspecto emocional.
• El segundo tiene que ver con las relaciones sociales, además de otros aspectos de índole territorial, que se refieren a sus deseos y necesidades.
Vamos hablar ahora de las relaciones sociales como puede ser:
El saludo
Los etólogos piensan que entre los animales el saludo constituye una ceremonia de apaciguamiento. Siempre que dos animales se aproximan existe el peligro de un ataque físico; por lo tanto, uno o ambos harán un gesto de apaciguamiento para demostrar que no hay tal intención agresiva.
En similitud con el lenguaje humano, cualquier persona que cumple con el saludo humano, que trate de no saludar a sus amigos y parientes durante una semana, rápidamente cosechara sentimientos heridos, resentimiento y enojo.
En lenguaje humano hay persona que se saludan inclinando la cabeza, probablemente indicando cierta sumisión, de forma similar hacen los perros cuando se saludan y expresan sumisión.
El primer contacto de comunicación entre los cánidos es el saludo, de vital importancia para ellos. Todo sucede como si de una obra de teatro se tratase. Se ven, hay un acercamiento, la gestual de su cuerpo se transforma, hay un intercambio de olores personales, es entonces cuando la obra acaba: unas veces en forma de juego y otra en tragedia, desencadenándose una agresión, habiendo vencedor y vencido.
Vocalizaciones
Las vocalizaciones a nivel humano también nos demuestran cierta similitud con el lenguaje canino. Un diálogo a un ritmo normal denota una conversación tranquila por parte de los contertulianos, mientras que si el nivel de diálogo se acelera, empieza a notarse cierta crispación. Las pupilas cambian de tamaño. El acaloramiento dilata los poros de la piel. Pudiendo acabar la conversación en agresión por parte de uno de ellos.
También hay gimoteos e igual que en ellos, denotan dolor. Bostezan cuando hay algún tipo de frustración o aburrimiento. Muchas veces lo realizan cuando creían que iba a suceder algo que al final no sucede.
Los gemidos denotan placer, excitación o algo que les gusta va a ocurrir. Algunos perros incluso se les pueden enseñar una vocalización específica para que la emitan como respuesta ante un acontecimiento. No es la primera vez que vemos a un músico callejero que su perro canta al mismo compás que el, ante una determinada nota.
Ojos
En la mirada también tenemos cierta similitud con nuestros amigos los canidos. La mirada puede expresar intenciones relacionadas con la autoridad o la sumisión.
Mirada directa y fija señal de amenaza, desafío, generalmente forma parte de un entrenamiento social e indica una acción dominante, si uno de los dos deriva la mirada confirma el lugar que a ambos le corresponde jerárquicamente.
En los humanos estos sucede también cuando alguien no sostiene la mirada está dando por hecho que la actitud del contrario es más dominante que la suya.
Cuerpo
Aunque el lenguaje canino es mucho más rico en este aspecto, también hay similitudes. Los canidos alzan su cuerpo poniéndolo rígido y esta actitud dominante es un comportamiento humano muy característico.
Comprensión Verbal
Se ha comprobado que si hay cambios fonéticos al comienzo de una palabra, la confusión es más frecuente por parte del perro.
Hubo un famoso ovejero Alemán en 1928, que según decía su amo comprendía 400 palabra. El hecho de su enorme vinculación al amo limitaba las posibilidades de someterlo a pruebas psicológicos, pero con la colaboración de éste, pudieron llevarse a la práctica, llegándose a la conclusión de que grupos de asociaciones entre estímulos verbales y repuestas dadas habían sido fijadas mediante adiestramiento. En un informe posterior los mismos psicólogos nos dicen que no hacía falta ninguna señal óptica y que bastaban estímulos verbales.
Por último diremos, que aunque el perro desciende del lobo, este no ladra tanto, siendo el perro quien tiene un lenguaje más rico a nivel verbal, quizás la mano del hombre ha tenido algo que ver en esto. De todas formas diremos que lo más exquisito del lenguaje canino es “El silencioso” por la gran cantidad de gestos y expresiones que tiene. Lenguaje que nos comunica: afecto, dolor, cariño, agresividad, juego, etc.
Como no podía ser de otra manera, gracias a este sinfín de calificativos hacen del perro el mejor amigo del hombre, siendo gratificante la compañía que nos brinda cada día, llenándonos de estímulos a todos aquéllos que un día tuvimos la suerte que se nos cruzara en nuestro camino

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